Enigmatic Lady

LA EVOLUCIÓN

LA EVOLUCIÓN
¡Me encantó!

lunes, 8 de noviembre de 2010

Descubrimientos del fin de semana

El calor del último fin de semana fue, sin dudas, el protagonista y vino sorprendentemente a principios de noviembre cuando todavía la brisa nos hace agregar un saquito a la pila de cosas que llevamos "por si las moscas". El saquito, durante el día del sábado, quedó muy bien guardado entre las maravillas que contiene mi bolso. Y si el sábado fue muy caluroso, ¿para qué hablar del domingo? Ya venía un tanto insolada del paseo por Costanera Sur, el sandwich de bondiola al limón bajo el sol abrasador, la espera al nuevo Tren del Este en una estación desolada... en fin, llega el domingo, día en que se inicia mi semana laboral y un choque múltiple, del que no alcancé a ser testigo, me abstiene de cruzar la Panamericana en colectivo, razón por la cual tuve que hacerlo a pie. En ese momento, se me cruzaron sonidos del Lejano Oeste, tal vez alguna pieza sonora de Kill Bill, y la imagen del desierto pavimentado, el crujir de una hamburguesa fría apenas la apoyan sobre la sartén (en mi casa, se hace sobre la sartén porque no tengo otro utensilio más apropiado). Dos unidades de bomberos e infinita cantidad de celulares policiales coparon el puente y me quedaban unos 300 metros para llegar a la bendita sombra. El hombro derecho, que venía bronceándose del sábado, empezó a asarse cual churrasco y lo inundó un color rojizo punzante. Todavía me gusta apoyar el dedo sobre la piel roja y dejar la huella blanca. Arde y refresca a la vez.
Las actividades del fin de semana comenzaron temprano. Volqué el contenido de un saquito de té de hierbas en un litro de agua caliente que contenía el termo, le puse algo de azúcar, lo batí y salimos. Eran las once de la mañana. Caminamos pasando el hotel Hilton hasta un boulevar donde los árboles eran tan jóvenes que todavía no hacían sombra con la copa. Nos sentamos y, después de unos ricos minutos de sabrosa infusión y charla, caminamos hasta los puestitos parrilleros. Una hora después, estábamos dentro de la ex-confitería Munich. Ese lugar es fascinante. La arquitectura e iconografía narra leyendas germanas muy interesantes. Sería bueno encontrar colaboración de la embajada alemana y del gobierno de la Ciudad, para intentar reabrir la confitería (en realidad, era una cervecería) y devolverle todo su esplendor. Claro, realzando la arquitectura original y haciendo una restauración. Los invito a leer más sobre el lugar:
http://www.museodelcine.buenosaires.gov.ar/dgm_centrodemuseos_h.htm
La comilona terminó en un rico helado de sabores frutales y una salida al cine para ver "Todo un parto" (destaco la actuación de Downey y Galifianakis, pero la película no es un gran aporte a la comedia norteamericana). La noche transcurrió entre picada, cerveza y un simulador indie maravilloso (es para adultos) que encuentra al profesor Xavier intentando conseguir la igualdad entre mutantes y humanos (en el mismo juego se cuestiona si los mutantes son también humanos) abriendo un burdel y haciendo trabajar a todas las chicas X. El juego se llama Marvel Brothel. Tiene escenas muy soft, casi inocentes, pero, por sobretodas las cosas, es muy divertido.  La página para descargar es: http://rpgmaker.net/games/1794/

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