Enigmatic Lady

LA EVOLUCIÓN

LA EVOLUCIÓN
¡Me encantó!

viernes, 26 de noviembre de 2010

REVISITA A JEM AND THE HOLOGRAMS (y todo lo que surgió a posteriori)

Hace tiempo, tuve un déja vu musical y recordé el tema principal de una de mis animaciones favoritas durante mi época infantil (y creo que seguiría siendo favorita ahora). La verdad es que nunca me olvidé de ese tema. Todos los sagrados días, todas las mañanas de un largo verano, se repetía la canción. La serie era Jem and the Holograms. La transmitían con Canal 2 cuando no era América (dato que me recordó mi amiga, la rubia aleonada).



Demás está decir que era mi sueño ser "Jem", así como Michael decía ser Peter Pan y como Daniel Radcliffe dice ser Harry Potter. Claro que también, había mil quinientos personajes que quería ser: la Mujer Maravilla, un ángel de Charlie, en fin.... En este párrafo, me voy a dedicar al rock&pop, en el que no me inicié por un dibujito animado. Años antes, ya había quedado impactada con la fuerza de la negra Tina Turner: ¡esa voz, esa presencia en el escenario! ¡Qué diosa! Tendría cuatro años en ese entonces porque recuerdo haberla visto en TV color. Era la de "caro... pero el mejor". Mis viejos la habían comprado para el Mundial para reemplazar la 14" blanco y negro que habían traído de Río. Por otro lado, Madonna me llamaba la atención. No fue la figura que más me impactó, tal vez, no me dejé impactar. Me gustaba el video de La Isla Bonita y me recuerdo yendo por la calle a los saltos con los brazos hacia arriba y aplaudiendo como hacía en Like a Prayer. Pero el recuerdo más memorable que tengo de esos años es "Who's That Girl", la película en la que Madonna tenía de mascota un puma. Me fascinaba esa idea de tener un puma y salir a la calle a pasear con él. Me encantaban los felinos y mi sueño era (y sigue siendo) rodearme de ellos y jugar... es muy inocente si no tenemos en cuenta las pequeñas garras de esos mamíferos. Bowie fue el primer individuo que me cautivó e incluso, el primero del que me enamoré. Fue un enamoramiento distinto: simplemente prefería quedarme con la imagen de Jareth en Laberinto y seguir enamorándome del aspecto de ese personaje. Me parecía maravilloso ese pelo que mágicamente se direccionaba hacia todas las constelaciones existentes. Conjugado con los ojos de gato, parecía tratarse de un ser alienígena. Lo exótico de ese rostro es una marca imborrable en mi memoria. No tenía mucha noción de Bowie más allá de su imagen gatuna, salvo por el tema "Let's Dance" que disfrutaba bailando. Fue mucho más tarde cuando descubrí su talento como músico y es, hoy en día, para mí, el mejor artista de la historia. Artista con todas las letras. Y el talento superó esa imagen. Pero cuando era chica no tenía mucha noción de la música, de lo que era considerado bueno o malo. No tenía a nadie que me hablara de Pink Floyd o Led Zeppelin pero, por suerte, conocía a los Beatles. Recuerdo que cada vez que mi tía me preguntaba: ¿qué querés para Navidad? Con toda mi inocencia respondía que quería un disco de los Beatles. No otra cosa.... y siempre terminaban trayéndome otra cosa. Tenía un recuerdo muy lindo de la casa de mis tíos y escuchar Beatles con mi primo, entre otros. Mientras mi vecino estaba fanatizado en esa época con Depeche Mode, yo moría por Roxette. Simplemente, flasheaba. Era lo que escuchaba en la radio, lo que se apreciaba en televisión. En esa época, movía millones. Con ellos, aprendí inglés. Leía los lyrics y escuchaba cómo pronunciaban. Encima, era fácil seguirlos porque ¡pronuncian bien! Ponía una y otra vez los cassettes y repetía la letra de memoria, no tenía la más pálida idea de qué estaba hablando, pero igual, me contentaba con poder cantarlas. Sí, de chica era una pesadilla. Mi deseo más grande era cantar como Marie y tener a Per al lado. Atesoraba un póster en un viejo cajón del placard como si fuese el anillo para Frodo. Después mi vieja lo tiró o lo regaló. Probablemente, no lo había guardado tan bien y mi vieja no tenía idea de lo importante que era para mí. Pero lo que más me dolió.... lo que más, más me dolió es que haya regalado mi Alf!!! Con la nave espacial incluida. La que venía de Melmac!!! Mami, te quiero, aunque te hayas desecho de muchas cosas valiosas para mí. No importa, lo hiciste sin intención.

Éste es exactamente como el que tenía. A tan sólo 500 pesos por Mercado Libre! El precio de la melancolía... Buaaaaaaaah!!!! Qué cruel!

También tenía este juego! Adónde fue a parar???

Alf era lo mejor que me podía pasar. Llegaba de la escuela a las 12.10 (por suerte, estaba a una cuadra de casa), Mamá prendía la tele, unas milanesas con limón, jugo Mocoretá rebajado y Alf! Lo pasaban los mediodías en el 2 pero no recuerdo muy bien en qué época era eso. Sí sé que nos hacía reír muchísimo y era un personaje tan tierno que querías tenerlo en tu casa. Debe haber sido el primer programa que pudimos disfrutar Mamá y yo juntas. Ella odiaba a Flavia y a Xuxa, que sólo hacía programas para los chicos y hablaban como boludas. Y bueno, a mí me gustaban. Flavia había empezado en canal 11 con Grok a las 6 de la tarde y cambió por un contrato más jugoso en canal 9 con Romay y Pelín al mediodía. Después apareció Leonardo Grecco en los 90 con El mundo de Disney, que se transmitía a las 8 por el 11. En esa hora, pasaban lo mejor, nada de esas porquerías que se ven en Disney Channel ahora (creo que Disney se estaría revolcando en la tumba - dicen que es mentira que está congelado) A las 9 venía Martillo Hammer o Luz de Luna. Papá no me dejaba ver ninguno de esos porque siempre odió a los yanquis y porque había llegado su turno de ver tele. Tenía razón. Pero nos peleábamos por el control. Era así!!! Con el tiempo, me di cuenta de que lo mejor que tenía Luz de Luna era Bruce Willis, que todavía tenía pelo y parecía buen mozo. No volví a ver Martillo Hammer, aunque sé que lo volvieron a transmitir, tal vez por algún canal retro.

En otro momento de la infancia, me colgué con las Tortugas Ninjas a las 18 por el 13. Después, venía Macu Mazuca con los capítulos de Batman y Robin. En el 11, daban el Zorro (qué linda sonrisa tenía Guy Williams). Al mediodía, en esa misma época, estaba el Agujerito Sin Fin. Me encantaba. También fue un programa que podíamos sentarnos a ver con Mamá. A Mamá le hacía reír Julián Weich y hasta el día de hoy, lo sigue mirando en cualquier programa que conduzca. Julián es como parte de la familia. Yo puedo llamar por teléfono y Mamá dice: "Julián esto, Julián lo otro....". Cosas por el estilo. No importa cómo sea el tipo, ella lo quiere. También pasaban la Banda del Golden Rocket, Montaña Rusa. Yo quería ver todos esos pero me prendí sólo con Canto Rodado. Fue un programa importante: ahí debutaron Damián de Santo, Facundo Arana, Victoria Oneto, Laura Miller (aunque ya la habíamos visto en Festilindo), entre otros. Se trataba de chicos que salían del secundario y se metían en una escuela de arte donde estudiaban canto con Raúl Porchetto y teatro con Mauricio Dayub... o era con Gigí Ruá? O con Esther Goris? Ya ni me acuerdo de eso. Les dejo el link para que vean la intro: http://www.youtube.com/watch?v=PMq6ynlvIMY. Si lo comparan con la intro de Fama, van a encontrar muchas similitudes.
El 13 tenía mucho contenido para adolescentes y chicos y algo de esa época tenía que tomar. Todavía no tenía cable, hasta el momento sólo era televisión de aire. El 13 había ganado terreno a pesar de que no tenían a Tinelli ni a Pergolini para ese entonces. A la 1, pusieron 360 después del Agujerito, que empezó con Sergio Elguezabal y María Belén Aramburu, un chico que se llamaba Carlos Parrilla (que también trabajaba como humorista con Gasalla y se suicidó cuando se enteró de que tenía leucemia) y Virginia Elizalde recorría el mundo. Había un arriesgado que le decían Peto y se hacía el héroe porque un tiburón lo había mordido y se quedó casi sin estómago pero igual se salvó. Era como nuestro Jeff Corwin. El programa era interesante porque uno podía conocer otras islas o naciones de las que no había escuchado antes como Belice o Papua Nueva Guinea. Por supuesto, uno se quedaba con muchas ganas de viajar. Después de la Aventura del Hombre, 360 era lo más educativo. Como todos los programas, terminó tergiversándose pero no fue nada malo. Incluyeron a Marley para que viaje a Hollywood y entreviste a las estrellas (si tan sólo hubiese seguido ese camino...), metieron a Catalina Dlugi para que nos de las noticias de los famosos, presentaron a Juan Segundo Stegman (hermano de Millie, que después terminó casándose con la conductora del programa) y, más tarde, hicieron un 2X1 y reemplazaron a Sergio y a María Belén por Julián Weich (cuestión de presupuesto?).
Lo más "zarpado" que tenía el 13 era Zona de Riesgo con Ranni y Gerardo Romano que se besaban en la boca y eso lo pasaban en la publicidad a las 3 de la tarde. A esa hora, miraba una novela mexicana que se llamaba Corazón Salvaje. Me había enamorado del protagonista, un moreno con rasgos indígenas y ojos increíblemente verdes que se llamaba Eduardo Palomo y, en la novela, era Juan del Diablo. Más tarde, nos enteraríamos que también el hombre se dedicaba al canto y en eso, no era muy bueno. Ya en esa época se hablaba de la televisión por cable. Por casa, no había llegado. ¡Y era tan oneroso el servicio! Antes de Corazón Salvaje, transmitían Antonella, otra de Andrea del Boca y Bermúdez, que continuó a Celeste y precedió a Celeste, Siempre Celeste. Antonella no era gran cosa: era otra de esas novelas de Andrea del Boca que termina con el casamiento de los protagonistas. Para mí, era el programa sándwich entre 360 y Corazón Salvaje. Algo tenía que hacer para escaparme de la tarea.

Saliendo del 13, en esa época y durante varios años, tuvo espacio en la televisión el fenómeno Jugate Conmigo. No lo miraba porque Cris Morena me parecía re asquerosa pero las canciones de Jugate eran tan pegadizas que bastó con escucharlas en los cortes comerciales para recordarlas:

"Me llamo Juan, soy tu vecino del octavo C, el que se muere cuando no te ve.... " hasta ahí, me lo aprendí. El que lo cantaba se llamaba Octavio. También me acuerdo de Luciano Castro con "Bella, bella, bella". Mi Dios!!! Cómo desentonaba, pobre chabón, las cosas que le obligaban hacer. Jajaja. No creo que él se ría de eso. La cuestión es que las niñas del colegio llevaban los cassettes a clase sólo para mostrar lo que tenían y muchos eran de Jugate Conmigo. No sé cómo, algunos temas se escuchaban en el patio durante el recreo así como también las canciones de Xuxa (lo único que me podía unir a mis compañeras eran las coreografías de las canciones y eso lo hacíamos bien).
En el género comedia, se destacaron varios programas. Durante los 80, mis viejos eran aficionados de Hiper Humor y No Toca Botón. Me encantaban ambos pero Olmedo tenía una gracia propia. Era sólo mirarlo y me hacía reir. Mi sketch preferido era el del Manosanta. Adriana Brodsky y su "¡Maestro!" me parecía tan tierno que no veía la real intención del Manosanta con la Nena. A Mamá le encantaba el sketch con el que cerraban el programa: Borges y Álvarez. Hoy, veo ese bloque y no puedo dejar de reconocer que era genial. Portales y Olmedo tenían un diálogo desopilante. Improvisaban sobre el libreto y todo eso lo veíamos como si hoy fuera la casa del Gran Hermano. Lo mandaban sin editar, material crudo de puro humor. Nadie podía evitar reírse, ni siquiera los personajes. Otro de los predilectos era Benny Hill . Todavía no entiendo cómo podía hacerme reir ese programa que criticaba tan duro a la corona y hacía constante referencia a la política británica.




TO BE CONTINUED...

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