Enigmatic Lady

LA EVOLUCIÓN

LA EVOLUCIÓN
¡Me encantó!

jueves, 2 de diciembre de 2010

LOS BUENOS VS. LOS NO TAN BUENOS (asesinos y criminales exentos)

¡Qué lindo era Clark! El personaje es un prototipo de hombre que indudablemente conquista.

Si alguna vez vieron el clásico "Lo que el viento se llevó", podrán distinguir dos tipos de personajes en las parejas protagonistas. Por un lado, Melanie, la mujer buena (buena madre, buena amiga, buena esposa y querida por todos) que está casada con Ashley (hombre bueno, respetado, héroe de guerra); por otro lado, Scarlett (pícara, ventajera, seductora y caprichosa) y Rhett (ventajero, rudo, perspicaz, hábil para los negocios y de muy mala reputación). Los buenos y los "no tan buenos". Lo curioso es que Scarlett está enamorada de Ashley y Ashley siente atracción por ella de la misma manera que Darth Vader se siente atraido por el "lado oscuro". Pero, Scarlett y Ashley parecen dos personas talladas por un Dios distinto. Por naturaleza, él es un buen hombre y ella, una egoísta que cree tener todo a su favor. Se pueden deducir varias razones por las que una mujer como Scarlett busque el amor de un hombre como Ashley: porque sólo con un hombre bueno, Scarlett puede ser una buena persona; porque representa lo prohibido e imposible, porque Scarlett puede tener una fila de candidatos pero Ashley no está allí. En fin, un sinnúmero de inagotables razones que se asemejan a la realidad: cabe reconocer que todos nos sentimos alguna vez, de algún modo, atraídos por algo/alguien que nos parece imposible. Con ese manojo de deseos incontenibles, Scarlett acosa a Ashley, le ruega, le suplica que deje a la "insulsa" de Melanie, hasta se arrastra para pedirle que consuman su amor. Ashley se muestra dubitativo a lo largo de toda la historia pero, como diríamos, "algo no le cierra". Ashley no se reconoce en Scarlett pero sí en Melanie. Y Scarlett nunca entiende (hasta el final) lo distintos que son. Rhett, por su parte, convence a Scarlett de casarse, a fuerza de pulmón. Reconoce desde un principio que ambos son productos de una misma serie. Rhett se reconoce en Scarlett. Ella no puede ver nada de eso. Como dice el dicho: Dios los cría y ellos se juntan. ¿A qué voy con todo esto?
¡Qué grosa Melanie! ¡Firme con su bondad!

Comparando mi realidad (incluidos los atributos con los que nací, los que adquirí en el transcurso de mi crecimiento, lo que aspiro a ser pero "no me sale naturalmente") y la historia, me siento un poco Scarlett. Scarlett no busca ser mala pero, sin querer, hiere. Lo peor es que es sumamente capaz de hacer mucho daño pero no se da cuenta. Irónicamente, Melanie está siempre a su lado, velando por Scarlett, adorándola como si fuese su propia hermana pero Scarlett prefiere seguir pensando que ella es "insulsa" y no puede creer como a Ashley le puede gustar una mujer tan... ¿pasiva? No es hasta el final de la historia que Scarlett comprende que Melanie era realmente la buena persona que ella nunca pudo ser. Ese es el momento de quiebre: la transición de Scarlett. ¿Cómo una persona pudo ser tan buena con ella cuando ella la detestaba en silencio? Y Melanie era una mujer inteligente: prefería la paz frente a la guerra, prefería ayudar frente a negar colaboración, prefería acercarse con amor a cualquier persona frente a alejarse con odio. ¡Cuán chico se siente uno frente a esos ejemplos de persona! Pequeño, prepotente, malhechor, aborrecible y continúa el sinfin de adjetivos calificativos...  Esas personas pueden morir pero cada una de sus acciones sigue latente. Una vez que Scarlett se da cuenta de todo, decide perdonar a Ashley por haberlo buscado en clandestinidad tanto tiempo, decide buscar a Rhett para decirle que verdaderamente lo ama, decide tomar las riendas de su vida por fin y empezar a ser una mujer con ovarios. Pero... ¿ella cambia? O, ¿ su vida cambia? Es decir, que algunos eventos de la vida nos hagan razonar e incorporar nuevos
Ashley se va a la guerra... chiribín, chiribín, chin, chin
conceptos no significa que uno cambie. Si uno fue de esas personas que nació "no tan buena" (y eso va para los que no son sinceros consigo mismos ni con los demás, los que agreden con palabras innecesariamente para mostrarse superiores, los que toman una opinión por cierta, los que se creen más inteligentes que los demás, los que desprecian a los humildes, los prepotentes, los que dicen merecer algo que no merecen, los caprichosos, los envidiosos, los que no saben arreglar las cosas con el diálogo, los que no escuchan, los que quieren imponer, los que no saben valorar) y, me incluyo en el tándem porque todavía tengo muchos vicios, uno sabe que jamás va a dejar de ser esa persona que fue pero puede elegir dejarla de lado para ser bueno, por elección, que es mucho más difícil que ser bueno por naturaleza. En realidad, soy partidaria de la creencia que todos nacemos buenos y que el contacto con el ambiente nos corrompe. Pero es cierto que hay personas que no se dejaron corromper. Conclusiones:
  • Uno no puede negar quién es: puede no reconocerlo verbalmente, tal vez, no llegue a darse cuenta del todo, pero en el fondo, sabemos quiénes somos.
  • Si uno tuvo vicios, difícilmente logre evitar pensamientos viciados o corruptos: aunque evitemos manifestar un pensamiento, lo tenemos, no hay nada contra eso y eso es lo que nos hace "no tan buenos". Ejemplo: Monólogo interior: "Qué linda está Pepita, pero igualmente es una fachada: seguro que está re mal con el marido y lo intenta aparentar, o no, tal vez... ¿pero por qué me pongo a pensar en esto? Yo no tengo que pensar así, tengo que disfrutar el hecho de que Pepita esté tan linda y alegrarme, pero ¿por qué aunque lo pienso no lo siento así, carajo? Que está mal con el marido... bah! Dejá de buscar excusas, estás buscando excusas... Pero qué linda está Pepita, en serio" (dudo que la mente de una mujer pueda mantenerse en silencio)
  • Cuando nos reconocemos de verdad, terminamos por desilusionarnos. 
  • Cuando buscamos ser mejores personas y encontramos a alguien que siempre fue una buena persona, sentimos cierta envidia por no haber sido así desde siempre pero, igualmente, nos alegramos de buscar superarnos a nosotros mismos en vez de superar a los demás.
  • La buena persona de verdad tiene una luz en el rostro que es sanamente envidiable. ¡Es hermoso! ¡Claro que me gustaría irradiar luz!
  • Esto es lo que aprendí: sólo amar te hace mejor persona: olvidar resentimientos, rencores, pasado y posible futuro. Si amásemos todo alrededor, no tendríamos problemas. ¡¡¡Lo bueno es que sé que puedo amar!!!

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